Ir al contenido principal

Capítulo 03

Al inicio no sabía que debía poner en mi segunda nota, ¿debía ser algo muy romántico? O ¿podía ser algo simple?, demonios, mi cabeza no me ayudaba a generar alguna frase que fuese romántica y al mismo tiempo sencilla, algo neutral para no espantarla y que pensara que soy un acosador.

Solté un suspiro, demostrando claramente mi frustración, Tom no tardó en despegar la vista de su libro, me dio una mirada rápida, pero al mismo tiempo sabía que me estaba analizando; Tom siempre había sido reservado, aún recuerdo cuando lo conocí en preescolar, él se encontraba al fondo del salón, coloreando lo que fuese que hubiese dibujado, siendo sincero, nunca le encontré forma a alguno de sus dibujos.

‒No te estreses Andrew, encontrarás las palabras adecuadas. – Tom me animaba siempre que lo necesitaba.

‒Gracias Tom, Ya se me ocurrirá algo – y como un flash, recordé su sonrisa al abrir mi nota y ver la rosa en sus delicadas manos, ella parecía encantada con el detalla, quizá fuese poco, pero tenía una pequeña idea de que ponerle.

Vi que la rosa te gustó demasiado, espero que recibir mi nota también fuese motivo de tu alegría, no es mi intención acosarte, solo tómalo como un chico enamorado, intentando conquistarte.

Puedo admitir, que me encanta verte sonreír, verte hacer eso, alegra mis días

-A

Me sentía un romántico con esto, quizá fuese poco, o quizá no significase nada para aquella bella mujer que había robado mi corazón, pero mis sentimientos quedaban plasmados en cada nota que había enviado y planeaba enviar, nunca me consideré alguien romántico, pero todo sabemos, que, con la persona indicada, hasta la persona más inexpresiva, podría expresar cada sentimiento en su corazón.

Doblé la nota, más tarde pasaría a la florería a comprar otra rosa, guardé la nota en mi mochila, los demás estudiantes comenzaban a llegar a la cafetería, algunos solo venían por un snack para comer entre clases, otros disfrutaban de alguna hora libre para poder desayunar a una hora prudente, aunque sabíamos que el desayunar temprano no ayudaba demasiado, ya que, para más tarde, tendrán más hambre, o bueno, eso me solía pasar a mí, así que, puedo decir, pertenezco al primer grupo, que solo viene por un snack, para aguantar lo suficiente hasta que fuese hora del receso.

Tom y yo nos levantamos de nuestros asiento, para dirigirnos a nuestra siguiente clases, Literatura, en el camino nos encontramos con Luka, con una cara de fastidio después de estar una hora entera, realizando operaciones y aprendiendo nuevos métodos matemáticos; los tres nos dirigimos a nuestro salón, tomando asiento hasta el fondo, Tom solía tomar asiento frente al mío, mientras que Luka siempre se sentaba en el asiento a mi lado derecho, eso nos permitía de algún modo mantener la comunicación durante las clases.

La clase comenzó, pude divisar a Blue en los asientos ubicados en medio del salón de clases, se encontraba charlando discretamente con Lía, Luka no apartaba la mirada de su amada Lía, hasta que ella volteó hacia nuestra dirección y Luka como puedo se hizo él que la virgen le hablaba, Lía lo observo por unos segundos algo ruborizada, era obvio que había notado la mirada de Luka sobre ella, pero solo regresó su vista hacia Blue, quien le mostraba la nota y la rosa que, en secreto, yo le había enviado.

Después de dos horas en clase, leyendo el libro de la semana, los chicos y yo tomamos rumbo a nuestros casilleros, hasta que escuché que alguien decía mi nombre.

‒Andrew, Andrew, espera, quiero hablar contigo sobre algo – volteé a ver a la chica que pronunciaba con algo de cansancio mi nombre, pues al no detenerme al primer llamado y aumentar la velocidad de mis pasos, la había hecho correr, tragué en seco, algo me decía, que lo que diría estaba relacionado a la rosa y la nota.

¡Santo patrón de los burros, ayúdame!

Comentarios