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Capítulo 02

El timbre estaba por sonar, los pasillos del instituto comenzaban a llenarse de a poco, no me sorprendía, la puntualidad no era algo que a todos se les da, mucho menos a uno como estudiante, no puedo culparlos, la escuela iniciaba demasiado temprano, hasta lo puedo decir yo, en promedio, se dice que el cerebro humano no esta tan despierto hasta alrededor de las 9 a 10 a.m., claro, añadiendo un buen desayuno y un excelente descanso, pero basta de parloteo mental.
Mi vista se mantenía discretamente, sobre el casillero de Blue, me encontraba recargado en mi casillero, que por cierto, se encontraba frente al de ella, por lo cual, el que yo estuviese ahí, pasaba desapercibido, además de que estaba en la espera de mis amigos, a lo lejos pude observar a Blue caminar hacia su casillero; ella observaba todo y a todos, si algo tenía, es que era muy risueña y observadora, me dio un leve vistazo al mismo tiempo, me regalaba una de sus hermosa sonrisas, después de todo, lo que decía mi nota, no era una mentira, Blue tenía una de las sonrisas más sinceras y hermosas que yo haya podido ver.
Le regalo una sonrisa tímida y de inmediato quito mi mirada de ella, no quería que pensara algo malo sobre mí, por mirarla demasiado tiempo. Ella siguió su camino con dirección a su casillero y se sorprendió al encontrar la rosa y la nota en él, rápidamente abrió la nota, leyó lo que decía, sonrió e inmediatamente comenzó a ver a todos lados, yo era discreto al verla, no quería ser descubierto tan pronto; sentí una mano posarse en mi hombre, seguido de una palmada en la espalda.
-Vaya, hasta que por fin haces algo de provecho y te animas a enviarle una nota. -soltó Luka en cuanto notó hacia donde dirigía mi mirada, lo fulminé con la mirada, ya que, su voz había estado algo elevada y no quería que alguien me descubriera.
-Cállate imbécil – fue lo único que dije, mi tono era algo apenado y molesto
-Luka, en definitiva, no sabes guardar silencio, ni mucho menos un secreto y eso te hace un verdadero idiota chismoso – mencionó Tom, yo solté una carcajada y Luka lo fulminaba con la mirada.
-Oh, vamos chicos, no peleen, Luka, tu sabes que él tiene razón, no sabes guardar ningún secreto y tampoco eres la persona más callada en el mundo. – y no mentía, Luka solía hablar hasta con los codos, pero solo alguien podía hacer que Luka se quedase sin palabras y esa era su crush de toda la vida, Lía. Seguí con mi discurso. – Y tú Tom, no todos pueden ser tan callados y buenos confidentes como tú, así que, quiéranse y dense un beso, ya saben, para reforzar la amistad.
Los tres soltamos una sonora carcajada, llamando la atención de quienes recorren el pasillo con dirección a sus clases. Mi vista inconscientemente se dirigió hacia el casillero de Blue, pero ya no estaba, me sentía algo desilusionado al no verla ahí, pero lo entendía, si algo teníamos en común ella y yo, era que la puntualidad es una de nuestras cualidades.
Los chicos dejaron de reír, Luka se despidió de nosotros y se dirigió rumbo a su clase de cálculo, mientras tanto Tom y yo nos dirigimos a nuestra clase de deportes, con pesadez dirigimos nuestros pasos a la cancha de baloncesto, no éramos malos para el deporte, pero si algo nos caracteriza a los tres, era nuestra pereza.
Para nuestra suerte, el entrenador nos dio la clase libre, pues tenía que ir a arreglar unos asuntos personales, los cuales, según mi intuición, eran encontrarse con la profesora de idiomas, en el armario del conserje. Tom y yo nos dirigimos a la cafetería. La cual estaba vacía, tomamos asiento en un lugar ubicado en la esquina más alejada de todos, Tom sacó su libreta de dibujo, mientras que yo, saqué mi libreta de notas, era hora de escribirle otra nota a mi querida Blue.

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